"MI VIDA EN ESPAÑA"
Mario Luís Velázquez Duarte tiene 23 años. Actualmente reside en Barcelona, España desde hace más de dos años. Anteriormente vivía en la ciudad de Capiatá donde trabajaba junto a sus padres en una fábrica de prendas para niños.
Antes de su viaje, culminó la carrera de técnico en electrónica, después siguió el cursillo de ingreso en el campus de
Actualmente se encuentra trabajando como camarero (mozo). Lleva una vida tranquila y cómoda pero con la triste añoranza por vivir alejado de su familiares y amigos.
Su familia está integrada por sus padres, Eliodoro Velázquez y Angelina Duarte. Dos hermanas, Marcia y Andrea de 23 y 25 años de edad respectivamente. Por último, Alberto, su hermano gemelo.
Como muchos compatriotas, Luís no fue con la oportunidad de un trabajo seguro. Confiesa que al principio no pudo conseguir ningún trabajo, que hay más posibilidades para las mujeres._”En la ciudad no hay mucho que hacer, si no tenés algún conocido al principio es muy difícil conseguir trabajo”
Entre sus primaras ocupaciones se desenvolvió como ayudante en albañil, pintor de casas, office en una discoteca y camarero.
¿Cómo se considera como persona?
_Me considero una persona normal, divertido, tranquilo y ambicioso. (Risas)
¿Qué lo impulsó a tomar la decisión de salir del país?
_el motivo más grande que tuve fue la falta de oportunidad de ahí (Paraguay), si uno no estudia una carrera fuerte no tiene futuro, apenas el presente y no es suficiente, por pensar así estoy acá.
¿Cómo reaccionó su familia cuando se enteraron de su decisión?
_Al principio mal, no aceptaban mi decisión pero luego me comprendieron y me apoyaron mucho.
¿Qué expectativas tienes de la vida y de tu futuro?
_Muchas, pero depende de muchas cosas. Expectativas, todas buenas pero con mucho tiempo y sacrificio.
¿Qué es lo primero que desea hacer al volver a su país?
_Lo primero que haría es salir de aquí para allá para ver a toda la gente que quiero, organizar una cena... iría a visitarla a mi novia (risas) luego lo demás,
no dormir, aprovechar cada instante.
¿Es cierto lo que escuchó de España antes de su viaje?
_sí, todo fue cierto, la diferencia está en escuchar y vivir, ahí es muy distinto. Uno se imagina que todo será difícil al principio pero la intensidad es algo no se puede imaginar.
“La idea de salir del país se dio como un comentario y una proposición tonta pero al final resultó ser lo más conveniente para mí”.
¿La diversión de allá es igual a la de acá?
_la diversión es muy distinta, lo único parecido es la discoteca. Aunque la única diversión de los muchachos es el trago entre amigos.
"Todos los que vienen acá tienen grandes expectativas. Mis amigos vinieron con las intenciones de ganar dinero y poner un negocio que les pueda ayudar a sostenerse cuando vuelvan al país. Con esto, dejar de trabajar mucho, o sea, que nosotros ya vamos a ser los patrones y poder levantarnos a la hora que quisiéramos. (Risas). Nadie quiere arriesgarse a darle trabajo a un indocumentado porque hay sanciones y multas por hacer eso. El trabajo escasea, a esto se le suma la inexperiencia de muchos en los trabajos que se pueden conseguir, sin tener en cuenta el bajo salario que se le ofrece a un extranjero por su situación de inexperto e indocumentado. Todo es diferente, una vez acá ya estuve mejor, con la persona quien me ayudó a venir... Mucho tiempo sin trabajar, todo el mundo hablando catalán, vivir en pisos, edificios."
¿Alguna anécdota?
El salir de ahí subirse a un avión ya es algo diferente, emocionante pero con miedo claro, todo nuevo y con la duda de que si podré ingresar o no.
En los primeros días, fue todo un desastre, todo el mundo hablando catalán, vivir en pisos, edificios. Con gente extraña, soportando toda clase de incomodidades.
Octubre-2007